La calidad del agua en los procesos industriales es de gran importancia para cumplir con los estándares de producción, regulación de consumo y preservar activos de planta. Podemos dividir la calidad del agua en la usada para los procesos de producción y la residual que se reintegra a los mantos acuíferos.
Los parametros a cuidar en el agua de proceso dependen de las fuentes de abastecimiento, el alto contenido de sílice, dureza o sodio puede causar daños por incrustación en componentes importantes de una planta. Compuestos como el cromo VI son altamente tóxicos y no deben terminar en aguas superficiales en ningún caso. Por este motivo, se requiere monitoreo y tratamiento eficaz del agua para consumo, producción, alimentación de calderas y de refrigeración.
En plantas de tratamiento de aguas residuales, los analizadores miden los valores de salida de calidad de agua para garantizar el cumplimiento de las normativas y minimizar el impacto ambiental. Entre otras funciones los analizadores ayudan a optimizar el control de la aireación y la dosificación de precipitante durante el tratamiento biológico y monitorean los procesos de nitrificación-desnitrificación en esta fase del proceso.